Como seres humanos que somos, sentimos y expresamos sentimientos que nos hacen conectar con las personas que nos rodean. Este tipo de acciones no solo son exclusivas de la sociedad actual. Un campo en el que podríamos comparar esos impulsos humanos, podría ser la literatura y sus obras, lugar dónde se pueden observar las creaciones de todo tipo de personajes. Los hay de todo tipo de personalidades y formas de ser, pero, ¿Qué pasaría si exploraremos los arquetipos de personajes vengativos en la literatura clásica y contemporánea?
Personajes vengativos de la literatura clásica
En primer lugar hay que preguntarse qué es ser una persona vengativa. Las personas de este tipo, son rencorosas y esperan al mejor momento para llevar a cabo su venganza con tal de satisfacer su necesidad de “devolvérsela”. Hay un famoso refrán conocido por todos que dicen: “La venganza es un plato que se sirve frío”.
Todos tenemos sentido el impulso de querer vengarnos por un motivo u otro, pero no somos los únicos ya que a ciertos personajes de ciertas obras, también les ocurre lo mismo. Pero antes de todo, hay que diferenciar entre un personaje arquetípico y uno estereotipado. El primero, es la personificación de una serie de conceptos o rasgos universales mientras que el estereotipado puede tener connotaciones negativas. Ahora bien, un ejemplo de ello está en el libro Ojo por ojo, todos ciegos de Jansain, libro el cual recoge diferentes tipos de personajes de la venganza. Un ejemplo que se da en el, es el de la obra de Lope de Vega llamada Fuenteovejuna, en la que los hombres de la ciudad llamada por el mismo nombre que obra, tras sufrir los abusos y la tiranía del comendador Fernán Gomez, unidos por la injusticia y la venganza, deciden enfrentarse a él.
¿Hasta qué punto influyen los personajes literarios en la sociedad actual?
Tal y como se ha comentado antes, la venganza es un tema recurrente en la sociedad de hoy en día y es por ello que la actitud de ciertos personajes literarios clásicos y contemporáneos pueden verse reflejados en sus lectores. Pongamos el ejemplo del ciberacoso. ¿Cómo se sentiría si un “hater” de internet le increpara y lo humillara por una razón que nada tiene que ver con su persona? ¿Tendría el impulso de vengarse o lo dejaría estar?
Este es un tema complejo debido a que la respuesta de reacción de cada uno ante una situación de ese calibre puede llegar a ser diferente. No obstante, si se acaba cediendo ante ese impulso incontrolable que algunas personas pueden experimentar, habría que pedir ayuda o consejo a alguien de confianza antes de realizar cualquier acción.